Supongo que sí quiero parecer un poco viajado, aunque sea sin darme cuenta. Tengo mi toque de vanidad. Además, esa vanidad hace que quiera ser el primero en descubriros un vino diferente, porque, ¿Qué se puede descubrir en un Barbadillo?

Pero es un vino diferente.
Para empezar, porque es un blanco de Galicia, y no es ni Albariño, ni Ribeiro. Es de Orense, ¿Orense?
Después, porque en contra de la costumbre gallega, no es una bodega de tradición familiar, sino de proyección puramente empresarial, por mucho que el empeño de Roberto Verino por generar riqueza en su patria chica sirva de justificación.
Por último, porque el coupage que lo compone (treixadura, godello y dona blanca), representa un vino único, que no existe en el resto de España.
Vista: Color amarillo con tonos oliva, cristalino y brillante.
Olfato: Complejidad de aromas frutales, sobresale la manzana.
Gusto: Su paso por boca es sedoso, afrutado y con una pizca de miel, su postgusto es duradero.
También se puede disfrutar con marisco, como los albariños. Pero mi recomendación es que lo disfrutéis bien frío en un día de parrillada, cuando todavía no han salido las primeras chuletas (o langostinos, o sardinas,...) y el calor del sol y de la parrilla aprietan.
Yo lo encontré en La Barrica de la Oca, ya he hablado en otros blogs de ellos. Buena gente.